FRASE

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ORÍGENES E IMPORTANCIA



Orígenes e Importancia de la Gestión del Conocimiento

Los conceptos de "sociedad de la información" y "sociedad el conocimiento" surgen a finales de 1990 en las cumbres mundiales en Ginebra 2003 y Túnez 2005, en el contexto de un debate teórico para explicar las transformaciones presentadas en la sociedad por la incorporación de tecnologías de información.  Las políticas institucionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) hacen una propuesta para incorporar el concepto a una visión integral de los ámbitos económico, cultural, social y político.

La gestión del conocimiento en la transformación de la escuela constituirá en el futuro uno de los elementos centrales de la transformación institucional de las escuelas del sistema educativo y de la sociedad del conocimiento.

La gestión del conocimiento en las instituciones escolares es un fenómeno del que se está tomando conciencia recientemente y del que aún no se puede hablar como un campo de conocimiento y práctica ya constituido. Por ello, es importante examinar cómo, en qué contexto y con qué propósitos se origina la gestión del conocimiento, qué elementos están presentes en el proceso de constitución del campo y cómo ésta se incorpora al ámbito educativo y a las organizaciones escolares. Esta contextualización servirá como referencia para identificar ámbitos de la organización y de las prácticas escolares en los que se puede constituir una gestión del conocimiento con el potencial de transformar la escuela en una institución de la sociedad del conocimiento.
 
La gestión del conocimiento, una condición necesaria de la transformación de la escuela
  

En la dinámica de la emergente llamada sociedad del conocimiento, la economía del conocimiento adquiere un papel determinante en los sistemas sociales y culturales de todas las naciones. Los sistemas educativos que, a partir del siglo pasado, se convierten en una de las piezas angulares del desarrollo económico y social de los estados nacionales, hoy se encuentran inmersos en las transformaciones de la sociedad del conocimiento y de la economía del conocimiento. Estas transformaciones están trastocando la índole de una escuela que se organizó y desarrolló a fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX para dar respuesta a las entonces emergentes sociedades industriales modernas.

En la sociedad de la información, la competencia de otros ámbitos, otras fuentes y otras modalidades productoras de conocimiento y formación se hacen presentes y éstos son valorados y aceptados socialmente como "lugares del conocimiento" (Castells, 2006).
La otra dinámica es la que cuestiona la identidad de la escuela como institución encargada de transmitir y enseñar a las nuevas generaciones con la descentralización de la enseñanza y transmisión de información y conocimiento hacia el aprendizaje de competencias sociales, productivas y para la vida en un contexto de inseguridad, incertidumbre y complejidad de trasformación de las relaciones familia–escuela, escuela–ámbitos productivos (Hargreaves, 1996).
En la sociedad del conocimiento se valora el aprendizaje y no sólo la enseñanza; se reconocen los aprendizajes que se realizan en ámbitos, espacios y organizaciones alternativas a la escuela, con modalidades y tiempos que confrontan la estructura y la identidad "transmisora" y formadora de las escuelas".
En la sociedad y economía del conocimiento, estas transformaciones de las escuelas, de los grupos sociales y las personas como organismos que aprenden, tienen como condición la incorporación de las nuevas tecnologías de información y comunicación a sus prácticas educativas, y con ellas la posibilidad de funcionar como organizaciones de la sociedad de la información.
A la escuela se le exige hoy formar a sus alumnos en y para la vida; formar a las nuevas generaciones en un contexto de transformaciones tecnológicas y económicas, con procesos que se extienden a todas las etapas de la vida. Se le exige formar en los valores de colaboración, solidaridad, tolerancia, aceptación y convivencia. La gestión del conocimiento y el aprendizaje para la vida son dos demandas que la sociedad del conocimiento plantea a la escuela.

Origen y elementos constitutivos de la gestión del conocimiento 

La gestión del conocimiento aparece históricamente como una toma de conciencia del valor del conocimiento como recurso y producto de la economía del conocimiento en la sociedad de la información. En 1970, Peter Drucker empleó por primera vez el término knowledge worker (trabajador del conocimiento) y empezó a escribir acerca de las personas cuyas experiencias y conocimientos son más importantes en una organización que sus habilidades físicas. Durante la década de los ochenta, en las organizaciones productivas se pusieron en marcha programas tendentes a mejorar su productividad basadas en iniciativas de mejora de la calidad: Total Quality Management (Gestión de la Calidad Total), Business Process Reengineering (Reingeniería de Procesos ) y Six–Sigma (Seis-Sigma).

El término knowledge management–gestión del conocimiento (en adelante KM–GC), se empieza a utilizar al inicio de la década de los noventa, aunque ya existían desarrollos prácticos y contribuciones académicas que bien podrían caer en ese campo.

En 1992, en la base de datos ABI/INFORM se encontraban 34 artículos y 10 libros categorizados como KM–GC. Una década después, en 2002, había 3 138 artículos y 393 libros. El crecimiento de la información sobre KM–GC, a partir de ese momento, es exponencial: sólo en 2004 se produjeron 3 792 artículos y 122 libros (Gorelick, Milton, Kurt, 2004).

Las tecnologías y los sistemas para capturar, almacenar y distribuir la información, junto con los procesos de apropiación y uso con los que ésta se constituye en conocimientos, se convierten en las piezas angulares de la movilización y el ciclo de gestión. En este contexto, adquieren relevancia las sharing networks, en las que el acceso y la concurrencia de las personas que comparten un propósito común constituyen una "comunidad de práctica", en ambientes de aprendizaje compartidos reales o virtuales (Andersen, 1999).

El análisis de los ciclos de generación–almacenamiento–distribución–uso–generalización del conocimiento se convierte en un elemento central del desarrollo de la gestión del conocimiento. Éste es abordado por estudiosos del campo, como Nonaka y Takeuchi (1995), quienes se convierten en referencia obligada. Para estos autores, la generación del conocimiento se realiza en cuatro fases: la de socialización, de compartir experiencias e ideas personales del conocimiento tácito personal al conocimiento colectivo; la de externalización, la del paso del conocimiento tácito colectivo al explícito; la de combinación, en la que se efectúa el intercambio de conocimientos explícitos, documentos compartidos por diferentes modalidades, principalmente electrónicas y virtuales; y la de interiorización o de aprendizaje, en la que el conocimiento explícito colectivo se transforma en tácito individual.
Por ejemplo, al abordar el tema "terminología del conocimiento", en la OCDE, 2006 (cap. 1: 5–6), se presentan "cuatro clases distintas de conocimiento" cuyo sustento son cuatro categorías que "tienen raíces ancestrales", es decir, originadas desde Aristóteles. La fuente es Lundvall y Johnson (1994). Estas categorías son: el saber qué, saber por qué, saber cómo (know how) y el saber quién. Esta clasificación que se presenta al inicio adquiere diferentes significados a lo largo de la obra en la que se alude a estas categorías en contextos explicativos y con propósitos distintos. En otra sección se destacan las dimensiones implícitas y las explícitas del conocimiento y las formas que adoptan en la vida social y en las organizaciones. Esta forma de tratar la noción de conocimiento hace complejo el contenido y alcance del término KM–GC.

La gestión del conocimiento en el ámbito educativo y en las escuelas
 
La construcción del campo del KM–GC se origina en la década de los noventa en el ámbito de las organizaciones productivas y de servicios y tiene un desarrollo importante a partir del año 2000. Sin embargo, en la esfera educativa el interés por el campo es más reciente.
La gestión del conocimiento en educación está presente en otras obras sobre temáticas de la sociedad del conocimiento, de la sociedad del aprendizaje, o de la economía del conocimiento; también con las que abordan la educación abierta y el aprendizaje virtual.
Recientemente, en el ámbito latinoamericano, la obra La escuela media en la sociedad del conocimiento dedica un capítulo a la gestión del conocimiento con el título: "La gestión escolar como gestión del conocimiento" (Romero, 2004: cap. 4). En éste se interpretan y adaptan conceptos y procesos de origen diverso a la gestión escolar, como los de Nonaka y Takeuchi, que tienen su origen en la gestión del conocimiento en organizaciones productivas. Otros referentes mencionados por la autora como "aportes teóricos de la gestión del conocimiento a las organizaciones escolares: la investigación–acción, el planteamiento estratégico situacional, el movimiento de mejora escolar, y la teoría del aprendizaje organizativo", aún distan de constituir una elaboración teórica de la gestión del conocimiento en la escuela. En otras palabras, el KM–GC en el ámbito educativo, y en particular en las escuelas, es un campo de muy reciente interés y construcción; por esta razón, en los siguientes apartados se proponen dos temáticas como una aportación a su construcción y discusión, a la gestión del conocimiento en la transformación de la escuela.



INFORMACIÓN TOMADA DE:
Minakata Arceo, Alberto (2009), Gestión del conocimiento en educación y transformación de la escuela. Notas para un campo en construcción 



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